quinta-feira, 28 de janeiro de 2016

La Lateralidad

        Por raro que parezca escuché el término "lateralidad" por la primera vez la semana pasada, conocía vagamente su concepto, no obstante el hecho de no saber asociar a ese término al concepto me dejó una sensación de inexperto total, me imagino que sea una reacción primaria del inconsciente, asociar la inhabilidad a campos de nuevos conocimientos, pero intento que esos pensamientos me incomoden lo menos posible al fin y al cabo no podemos controlar los pensamientos (inconsciencia) pero si establecer un orden de relevancia (consciencia) aunque el inconsciente aprende de la consciencia pero reservo este tema para otro día. Considero primordial el conocimiento de los conceptos para una maximización cognitiva, por eso, como obsesivo que soy por la búsqueda de conocimiento nada más llegar de la clase tuve que buscar su significado. 


1. f. Preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierdo del cuerpo, como los brazos, las piernas, etc.



Este es su concepto universal según la rae, pero quería concretarlo al deporte y ahí encuentro un fantástico libro en formato digital de Amalia Revuelta Candón “lateralidad, personalidad y rendimiento” que sin duda recomiendo la lectura,  no sólo me ha aportado grande parte de la información sobre el tema como me ha introducido en el todavía misterioso mundo de la neuropsicología deportiva.


La lateralidad es mucha veces interpretada como el esplendor máximo de lo innato y espontaneo aunque se puede entrenar y hay cada vez más preparación por parte de los equipos en esta tarea, sin embargo, el factor neurofisiológico es fundamental y consiste en la predominancia de dos hemisferios cerebrales, el lado derecho del cuerpo utiliza el hemisferio izquierdo del cerebro y se encarga de la lógica, la razón y el pensamiento científico, mientras la lateralidad izquierda se responsabiliza del hemisferio derecho, esto es, de la creatividad, emociones y el pensamiento global.                                                 

 Siendo que la lateralidad de un futbolista está directamente relacionada con la mejora de la técnica individual y de su preparación mental, aplicando al ajedrez, un movimiento acertado puede agigantar un peón y transformarlo en reina a través de su motricidad y toma de decisiones. 


        Se puede dividir la lateralidad en 2 grupos. -homogénea: utilizan la misma parte del cuerpo para todas las tareas -cruzada: utilizan ambas partes del cuerpo para la ejecución de las tareas. 

        Las tareas se reparten entre el ojo director, hombro, cintura, pierna y pie (derecho o izquierdo) como se puede ver, la lateralidad va mucho más allá de lo simples zurdo o diestro, está implicada también en los movimientos, en la personalidad y en la forma como se le e interpreta el juego, o sea, no define solo en que banda debería jugar un jugador consonante su pie y objetivo de juego sino también en que sector es más eficaz un jugador. Por ejemplo, en el centro del campo predomina la lateralidad homogénea, lo que describe a un futbolista con grande capacidad de concentración y al que le gusta entender todos los detalles del juego. Ya en un delantero existe un porcentaje muy elevado de cruzados, en lo que domina las emociones. Curiosamente 75% de los porteros son zurdos cruzados, un dato curioso cuando el ratio de la populación es de 10:1 a favor de los diestros. ¿Pero porque hay un porcentaje tan elevado de porteros zurdos? “Tengo dos teorías” y sin base científica alguna es que los porteros zurdos cruzados tardan más tiempo a desenvolver la motriz de su cuerpo o no la desenvuelven del todo y de ahí delante del fracaso como jugador de campo, en cuanto niños, intentan su lugar entre palos. Otra posibilidad puede estar relacionada con la geometría espacial. Un portero zurdo, como movimiento innato tiende a tirarse hacia su lado izquierdo, luego , como 90% de los futbolistas son diestros, su ángulo de remate abierto (derecho) coincide con el de tirada del portero (izquierda), claro que seria una idiotez resumir el trabajo de un portero a lo que he dicho, pero me refiero a lo mas primario de esta vocación, cuando el niño adquiere el gusto por ser porter, el divertimiento esta generalmente atribuido a las sensaciones, si una persona es buena en determinada actividad es normal que le guste hacer esa actividad. El trabajo y toda la formación que tiene hacer un portero es otro tema. Estas teorías pueden hasta parecieren ridículas pero intento siempre colocar “¿por qués?” en las informaciones que obtengo, solo asi puedo maximar la información que recibo.


Tengo claro que la clave en el futbol ofensivo está en la creación de espacios y sin duda que la lateralidad se sitúa en una sub-categoría de esta. Aprender, aprender, aprender… Y seguir aprendiendo…


Fuentes:  ebook Amalia Revuelta Candón “lateralidad, personalidad y rendimiento”

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